Los árboles
tienen gran valor ecológico y nos proveen muchos beneficios. De los
recursos naturales con los que el ser humano se relaciona, los
árboles son probablemente con el que nos identificamos más en
distintas etapas de nuestro desarrollo. Pueden evocar momentos de
juego, amor, reflexión de la niñez, adolescencia o adultez.
Anuncian las temporadas del año con sus florecidas o la caída de
sus hojas y revelas, en ciertas instancias, la región geográfica en
la que nos encontramos. Algunos de los beneficios de los árboles
son:
Producen oxígeno- Elemento esencial para la vida en la tierra, tanto para los humanos como para otros seres vivientes.
Purifican el aire- Funcionan como filtros y controlan naturalmente las temperaturas de Planeta. Un árbol puede absorber y retener un promedio de 13 a 15 libras (dependiendo de la especie) de bióxido de carbono (CO2). Este gas es uno de los llamados gases invernadero, o sea aquellos que promueven que la temperatura global aumente mediante un proceso natural denominado efecto invernadero. Los árboles subsanan el incremento en la concentración de CO2 en la atmósfera causado por las emanaciones excesivas generadas por ciertas actividades industriales. A través de sus hojas, corteza y raíces también absorben o capturan contaminantes del ambiente como el polvo, cloro, bióxido de azufre, fluoruros, entre otros.
Proveen sombra- Protegen contra los incesantes rayos del sol; refrescan la atmósfera con sus ramas y hojas, y filtran los rayos solares.
Proveen habitáculo para la vida silvestre- Proporcionan el ambiente adecuado y útil para variadas formas de vida tanto de fauna como de flora.
Añaden belleza al paisaje- Tienen un valor estético; éstos imparten belleza por sus formas, tamaños y patrones de florecidas.
Ayudan a ahorrar energía- Refrescan el ambiente; un árbol puede transpirar hasta 150 galones de agua al día produciendo el efecto de 5 acondicionadores de aire.
Proveen alimentos y otros productos- Nos proporcionan, entre otras cosas, frutos, madera, carbón vegetal, materia prima para papel y vivienda.
Aíslan ruidos- Son una barrera natural contra el ruido; absorben ondas sonoras, producidas por vehículos, aeroplanos etc.
Protegen contra la erosión- Protegen los suelos contra la erosión causada por el agua y el viento, aportando cohesión al suelo que se encuentra entre su sistema de raíces; además las copas de los árboles atrapan las gotas de lluvia, las desvían y reducen su velocidad, lo que evita su impacto sobre el suelo.
Sirven de barrera contra el viento- Amortiguan la velocidad del viento, lo que protege recursos, cultivos agrícolas y las costas durante tormentas y huracanes.
Mitigan inundaciones- Los humedales, incluyendo los que tienen especies arbóreas (por ejemplo los manglares), funcionan como esponjas, almacenando aguas de inundación para luego liberarlas. Los árboles también mediante su sistema de raíces retienen las escorrentías superficiales, lo que promueve que sean absorbidas al subsuelo y se alargue el periodo de tiempo que les toma fluir hasta cauces y lechos.
Son un eslabón importante del ciclo hidrológico- Las escorrentías superficiales son absorbidas por sus raíces y luego transpiradas por sus hojas, lo que fomenta la formación de nubes de lluvia.
Ayudan a conservar cuerpos de agua- Los árboles crean fisuras en el suelo, a través de las que se infiltra el agua de lluvia que llega a los acuíferos subterráneos.
Producen oxígeno- Elemento esencial para la vida en la tierra, tanto para los humanos como para otros seres vivientes.
Purifican el aire- Funcionan como filtros y controlan naturalmente las temperaturas de Planeta. Un árbol puede absorber y retener un promedio de 13 a 15 libras (dependiendo de la especie) de bióxido de carbono (CO2). Este gas es uno de los llamados gases invernadero, o sea aquellos que promueven que la temperatura global aumente mediante un proceso natural denominado efecto invernadero. Los árboles subsanan el incremento en la concentración de CO2 en la atmósfera causado por las emanaciones excesivas generadas por ciertas actividades industriales. A través de sus hojas, corteza y raíces también absorben o capturan contaminantes del ambiente como el polvo, cloro, bióxido de azufre, fluoruros, entre otros.
Proveen sombra- Protegen contra los incesantes rayos del sol; refrescan la atmósfera con sus ramas y hojas, y filtran los rayos solares.
Proveen habitáculo para la vida silvestre- Proporcionan el ambiente adecuado y útil para variadas formas de vida tanto de fauna como de flora.
Añaden belleza al paisaje- Tienen un valor estético; éstos imparten belleza por sus formas, tamaños y patrones de florecidas.
Ayudan a ahorrar energía- Refrescan el ambiente; un árbol puede transpirar hasta 150 galones de agua al día produciendo el efecto de 5 acondicionadores de aire.
Proveen alimentos y otros productos- Nos proporcionan, entre otras cosas, frutos, madera, carbón vegetal, materia prima para papel y vivienda.
Aíslan ruidos- Son una barrera natural contra el ruido; absorben ondas sonoras, producidas por vehículos, aeroplanos etc.
Protegen contra la erosión- Protegen los suelos contra la erosión causada por el agua y el viento, aportando cohesión al suelo que se encuentra entre su sistema de raíces; además las copas de los árboles atrapan las gotas de lluvia, las desvían y reducen su velocidad, lo que evita su impacto sobre el suelo.
Sirven de barrera contra el viento- Amortiguan la velocidad del viento, lo que protege recursos, cultivos agrícolas y las costas durante tormentas y huracanes.
Mitigan inundaciones- Los humedales, incluyendo los que tienen especies arbóreas (por ejemplo los manglares), funcionan como esponjas, almacenando aguas de inundación para luego liberarlas. Los árboles también mediante su sistema de raíces retienen las escorrentías superficiales, lo que promueve que sean absorbidas al subsuelo y se alargue el periodo de tiempo que les toma fluir hasta cauces y lechos.
Son un eslabón importante del ciclo hidrológico- Las escorrentías superficiales son absorbidas por sus raíces y luego transpiradas por sus hojas, lo que fomenta la formación de nubes de lluvia.
Ayudan a conservar cuerpos de agua- Los árboles crean fisuras en el suelo, a través de las que se infiltra el agua de lluvia que llega a los acuíferos subterráneos.
Andrés Chaves
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